Primer día de noviembre de 2019. Un estudiante de segundo año del Ipem N° 147 “Manuel Anselmo Ocampo” desciende de su bicicleta a las 13.15, justo en frente del colegio. Por calle Catamarca circula un vehículo “a toda velocidad” que lo embiste. El chico pierde la conciencia. La recupera en el Hospital Regional Pasteur.
Dos meses atrás. Mismo lugar, pero diferente horario. Otra alumna (también del turno tarde) salía del establecimiento educativo que comúnmente la comunidad conoce como el Comercial. La adolescente fue atropellada por un rodado que transitaba por la misma arteria velozmente. Tras los hechos no hubo que lamentar víctimas fatales.
Marcelo Coppari, director del colegio, solicitó reuniones con autoridades del municipio. Durante el fin de semana pasado se reunió con el secretario de Gobierno, Rafael Sachetto, y con el director de Tránsito de Villa María, José Luis Bernabé, para concretizar acciones que permitan disminuir el riesgo y aseguren la integridad de los estudiantes que asisten al centro educativo de nivel medio ubicado dentro del barrio Centro Oeste.
Un reclamo que fue canalizado
El hecho vial ocurrido el primer día de noviembre fue ‘la gota que derramó el vaso’. “Hay testigos que dieron cuenta que la persona que conducía lo hacía a alta velocidad y a mitad de cuadra. El adolescente estaba descendiendo de su bicicleta en la zona del estacionamiento de motos”, dijo en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, el director del Ipem N° 147, Marcelo Coppari.
Sobre Catamarca al 600 ocurrieron otros tantos hechos de inseguridad vial, involucrando incluso al transporte de pasajeros. “En otra oportunidad, un colectivo había impactado con su puerta de ascenso de pasajeros el auto de un docente”, señaló el directivo, y agregó: “A una docente la han chocado también incluso estando parada en su automóvil”.
“La situación al frente de la escuela era caótica. Yo se lo planteé hace más de un año al secretario de Gobierno, Rafael Sachetto. También lo hablé personalmente con el encargado del Tránsito, José Bernabé”, sostuvo.
Según Coppari, la advertencia del peligro en la zona existió desde hace tiempo, incluso antes de los accidentes.
“Siempre hubo un exceso de velocidad en automovilistas, motociclistas y en el transporte de pasajeros”, aseguró.
Tres pedidos puntuales
Desde el colegio público elevaron al municipio un pedido que se apoyó en tres puntos: en primer lugar, la señalización; en segundo, la demarcación de las zonas de estacionamiento, y en tercero, que las cámaras de seguridad se direccionen hacia calle Catamarca y no hacia la Rucci, lugar donde se encuentra otro establecimiento de gestión privada.
Al respecto de éste último tema, Coppari añadió: “Desde la mañana temprano siempre hay ordenamiento de tránsito sobre Rucci, pero a los ingresos nuestros, tanto a las 7.30 como a las 13.30, no tenemos a nadie”.
Hasta el momento la Municipalidad cumplió en la colocación de cuatro dispositivos sobre calle Catamarca (dos antes de llegar a la arteria de Rucci y otro par frente a la escuela).
Además ordenó la zona de bicicleteros y dispuso cartelería y señalética en inmediaciones de la escuela. Todavía resta que se finalicen los trabajos de demarcación en el estacionamiento de motos. “La gravedad de los hechos hicieron que exista una reacción”, aseguró Coppari.
A modo de cierre, el directivo de la escuela expresó: “Son pequeñas cosas que se hicieron desde lo físico, y que tras una primera evaluación, nos mostraron una disminución sensible de la velocidad en los vehículos. El cambio es notable”.
Maximiliano Gilla. Redacción Puntal
Comentá esta nota
Marcelo Coppari, director del colegio, solicitó reuniones con autoridades del municipio. Durante el fin de semana pasado se reunió con el secretario de Gobierno, Rafael Sachetto, y con el director de Tránsito de Villa María, José Luis Bernabé, para concretizar acciones que permitan disminuir el riesgo y aseguren la integridad de los estudiantes que asisten al centro educativo de nivel medio ubicado dentro del barrio Centro Oeste.
Un reclamo que fue canalizado
El hecho vial ocurrido el primer día de noviembre fue ‘la gota que derramó el vaso’. “Hay testigos que dieron cuenta que la persona que conducía lo hacía a alta velocidad y a mitad de cuadra. El adolescente estaba descendiendo de su bicicleta en la zona del estacionamiento de motos”, dijo en diálogo con PUNTAL VILLA MARÍA, el director del Ipem N° 147, Marcelo Coppari.
Sobre Catamarca al 600 ocurrieron otros tantos hechos de inseguridad vial, involucrando incluso al transporte de pasajeros. “En otra oportunidad, un colectivo había impactado con su puerta de ascenso de pasajeros el auto de un docente”, señaló el directivo, y agregó: “A una docente la han chocado también incluso estando parada en su automóvil”.
“La situación al frente de la escuela era caótica. Yo se lo planteé hace más de un año al secretario de Gobierno, Rafael Sachetto. También lo hablé personalmente con el encargado del Tránsito, José Bernabé”, sostuvo.
Según Coppari, la advertencia del peligro en la zona existió desde hace tiempo, incluso antes de los accidentes.
“Siempre hubo un exceso de velocidad en automovilistas, motociclistas y en el transporte de pasajeros”, aseguró.
Tres pedidos puntuales
Desde el colegio público elevaron al municipio un pedido que se apoyó en tres puntos: en primer lugar, la señalización; en segundo, la demarcación de las zonas de estacionamiento, y en tercero, que las cámaras de seguridad se direccionen hacia calle Catamarca y no hacia la Rucci, lugar donde se encuentra otro establecimiento de gestión privada.
Al respecto de éste último tema, Coppari añadió: “Desde la mañana temprano siempre hay ordenamiento de tránsito sobre Rucci, pero a los ingresos nuestros, tanto a las 7.30 como a las 13.30, no tenemos a nadie”.
Hasta el momento la Municipalidad cumplió en la colocación de cuatro dispositivos sobre calle Catamarca (dos antes de llegar a la arteria de Rucci y otro par frente a la escuela).
Además ordenó la zona de bicicleteros y dispuso cartelería y señalética en inmediaciones de la escuela. Todavía resta que se finalicen los trabajos de demarcación en el estacionamiento de motos. “La gravedad de los hechos hicieron que exista una reacción”, aseguró Coppari.
A modo de cierre, el directivo de la escuela expresó: “Son pequeñas cosas que se hicieron desde lo físico, y que tras una primera evaluación, nos mostraron una disminución sensible de la velocidad en los vehículos. El cambio es notable”.
Maximiliano Gilla. Redacción Puntal